El vino está envejecido en barricas de roble francés 50% nuevas, durante 20 meses, y luego, entre 6 a 12 meses en botella, antes de lanzarlo al mercado.
Crear este vino le ofrece a Renato un espacio con la libertad absoluta para expresar sus pasiones, convicciones e ideas para crear un vino único, con un sello personal, siendo un tributo para la familia Hartwig.